Ágora, del director español Alejandro Amenábar, es un filme que presenta la vida de Hipatia de Alejandría, una filósofa y matemática lapidada en el año 391 d.C. Ésta producción desarrolla diversas tramas que logran integrar su gran historia, digna de rememoración por la complejidad de las circunstancias que se intercalan en ella, a partir de distintos aspectos como la religión, el ateísmo, la ciencia, la pugna de poder por parte de la Iglesia, la discrimación y subyugación de la mujer...
Concretamente, se observa a lo largo de la película el conflicto generado por el ascenso y auge del cristianismo en esta provincia romana. Aquella consolidación alcanzó extremos tales como el exterminio de otros grupos (judíos, griegos y romanos), a través de luchas fratricidas cuyo basamento descansaba en el fanatismo religioso, ciego e infundado. Realidad, que se ha plasmado históricamente en varias ocaciones; y cuyo principal antagonismo se encarnó en el progreso del conocimiento científico. Para la época, esta oposición se atizaba permanentemente. Este es el contexto que fundamenta la trama. A partir de ello se plasma el trágico final de una talentosa mujer.

Aquella coyuntura es a la vez oportuna para advertir toda la construccion simbólica que enriquece el filme. Si bien recrea la época, es también agente que evoca las concepciones del universo el mundo y su orden. Desde la academia y la biblioteca se trasluce el conocimiento y el progreso científico. Hipatia, sus colegas y discípulos discuten la disposición del sol, de la Tierra, las estrellas, sus movimientos, etc. Plasman el cosmos en basse a la forma pura que constituye el círculo, y desde ahí su conocimiento, su orden. Mientras la iglesia cristiana y el dogma, son oportunos para encarnar una representacion del orden y el mundo, desde otros imaginarios y signos como la cruz.
Todos elementos de trasfondo, tramas y personajes que traslucen el accionar y el pensamiento de los seres humanos para lograr comprender el unvierso a partir de los avances y particularidades de cada tiempo y espacio.
Del director Night Shyamalan llega el filme "El último maestro del aire". Película que plasma al mundo dividido en cuatro naciones identificadas con los cuatro elementos (Aire, Agua, Tierra, Fuego), y la llegada del avatar para poner orden al caos que existe en él, debido al dominio de la nación del Fuego.
Tras la profusión de efectos especiales, escenas de combates, aventura, etc. se despliega un argumento que toma elementos mitológicos así como filosóficos y astronómicos antiguos, para su construcción. Así se debe tomar en consideración el retrato de un mundo conformado por las cuatro naciones que se identifican cada una con el aire, el agua, la tierra y el fuego. Lo que recuerda la filosofía de los orígenes, para fundamentarse, cuyos autores determinaron los cuatro elementos como constructores de la realidad material, es decir del universo. Paralelamente, introduce aspectos relacionados a la mitología hindú, como la llegada de un avatar, quien encarna el descenso de un dios al mundo de los seres humanos para la prolongación de éstos en épocas de destrucción.
Se puede entonces identificar los fundamentos que construyen la tama de la película. Estos constituyen a su manera, una visión cinematográfica que reconstruye al mundo configurado desde los elementos mencionados en caos, pero con la oportunidad de orden, armonía y equilibrio identidicados en la figura de un avatar. Aquello da a entender muchos aspectos presentes en la religión, la ciencia, la filosofía. Todos con el fin de representar y explicar al mundo en que se vive y darle una realidad y significado para trascender.
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